Pero tiene fácil solución, de no más de media hora de trabajo, según el acabado que deseemos.
Primero, conseguir un retal de cuero. Cortamos una circumferencia usando el antíguo y valorado método del clavo con hilo y lápiz y, en este caso, dejamos un cuadrado para colgarlo del cinto. Debo confesar que ya tenía el cuero cortado, es de un proyecto anterior que no me gustó y no llegué a finalizar, y se pueden apreciar unas pequeñas marcas de costura que no deberían estar ahí
Le practicamos algunos agujeros, la cantidad queda a gusto del consumidor. En este caso he realizado 12 y creo que podría haber sido de 16 o 18. Tienen que tener un diámetro igual o ligeramente superior al hilo que utilizemos
El hilo utilizado, hilo encerado muy similar al que se usa para collares. La flor del cuero (la parte 'suave') debe quedar fuera y lo pasaremos un agujero por cada lado. No tiene mucho secreto
Cosemos con un doblado hacia dentro el pequeño cuadrado mientras le pasamos un poco de hilo convenientemente pegado con metracrilato. No sé si en el siglo XIII lo usaban pero yo sí. Este trozo de cinta será el que pasemos por el cinturón. Sé que los duchos en el tema se me van a tirar al cuello por no usar doble aguja, pero solo encontré una y no quería bajar a comprar
De regalo, una última foto finalizada sacada con la Minolta :)
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